1. Llena un recipiente con agua tibia. Mete en él los pies y déjalos en remojo durante unos 10 minutos, aproximadamente, hasta que se ablanden bien.
2. Si tus plantas son muy secas o tienes callosidades, puedes utilizar un raspador de durezas o piedra pómez para eliminar la piel muerta que haya en ellas.
3. Seca muy bien los pies, también entre los dedos, con una toalla y aplica a continuación una crema reparadora de Grietas para los pies, con un masaje, hasta que se absorba.
4. Este paso es muy importante: Corta las uñas en línea recta con un cortauñas. A continuación, límalas con cuidado procurando que las partes laterales no se queden demasiado cortas.
5. Empuja con cuidado las cutículas hacia atrás.
6. Limpia las uñas con un algodón para eliminar cualquier resto de crema que pudiera haber.
7. Es aconsejable que apliques una base vitaminada de tu marca favorita, ya que ayuda a que se conserve mejor el esmalte.
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